domingo, 17 de enero de 2016

CUARTO LUGAR




CUARTO LUGAR

En este, las tres técnicas acabadas de describir son indispensables para comprender que la 
posición en la secuencia define la magnitud. A los dos años de edad, los números no definen tamaños relativos.


 Aun los niños muy pequeños pueden realizar comparaciones gruesas entre magnitudes como “10 es más grande que 1”, quizá porque saben que el 10 viene mucho más tarde en la secuencia de enumeración. Hacia los cinco años, los niños pueden llegar a hacer con rapidez comparaciones precisas entre magnitudes de números seguidos como el 8 y el 9, porque están muy familiarizados con las relaciones de sucesión numérica (“cuando me pongo a contar, el 9 viene después del 8, así que el 9 es más grande”). 


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